domingo, 28 de agosto de 2016

EL PRIMER RELATO

El año que aprendí a escribir, esto va en serio, escribí mi primer relato. La letra era horrible, y creo recordar que sólo fue una decepción. Se lo escribí a uno de mis muñecos, se titulaba "ojos de luz" y aún conservo el muñeco, el relato no corrió tanta suerte. Sin embargo, cuando con doce años escribía en mi diario y asqueada por lo predecible de mi vida decidí empezar a inventar otra vida, sí lo guardé. Lo guardé todo. En casa de mi madre hay una caja entera en un maletero casi llena de cientos de relatos que escribí desde los doce a los dieciséis años (cuando nos compraron a mi hermano y a mí un ordenador). Aún recuerdo lo deprisa que escribía sólo con dos dedos. Desde entonces he generado expectativas en mí misma y en quienes tuvieron fe en mí. He publicado en internet... pero poco más. El día que decidí publicar, lo hice al final por la necesidad de dar salida a toda una producción que desde que doy clases de literatura ya no es tan errática. Ahora, escribo tras dar el O.K. a mi editor, adelante, a publicar. Y lo único que siento son nervios. Os animo a comprar y leer mi novela, por muchos motivos, pero el primero es que no os decepcionará. El segundo es porque es una oportunidad de ver como evoluciona una escritora si lo hace de forma silenciosa.

domingo, 7 de agosto de 2016

ESCRITORA JOVEN

Me encantaría describirme en: "escritora joven" pero se me pasó el tiempo, y ya no soy joven. Si acaso sí joven como escritora, pero en ese sentido sigo siendo joven del todo. Si acaso algo en mí ha envejecido ha sido mi cuerpo. Físicamente sí que parecen haber pasados los años por mí. En mi Curriculum vitae también han pasado el tiempo. Pero en nada más. Así, que a lo mejor puedo decir que soy una joven escritora. Pero prefiero no decirlo, pues en mi casa y en la calle hay miles de espejos, y acabaré encontrándome con mi imagen, me daré cuenta que ya no soy joven, y no, no estoy interesada.