domingo, 9 de abril de 2017

MIEDO

Acabo de salir de mi blog, del otro blog, de www.ponernosserios.blogspot.com.es. He estado borrando entradas que he pensado podían ofender a los que denuncian y les admiten a trámite. Y me ha sorprendido mucho no hacerlo llorando. Es increíble que a estas alturas, a día de hoy pase algo así. Lo he hecho porque me pareció que solo irían a por los importantes en la ley mordaza, si mi blog no lo visitan ni mis amigos de Facebook ¿por qué lo iban a censurar? sin embargo hoy he expurgado, y es que me ha dado miedo de verdad. Si lo que quieren es que callemos irán primero a por los que tienen visibilidad, pero luego vendrán a por todos, a por los que han compartido un chiste en las redes sociales, a los que han escrito un cuento contra no sé qué. No estamos a salvo ¿recuerdas todo lo que has compartido en las redes sociales? Si algo tan inocente como poner un chiste en las redes sociales te puede costar la cárcel... Cualquiera se puede ofender por algo que escribiste o dijiste. Además a los famosos que han juzgado los apoyamos, y la presión mediática hace que las penas sean un poco menores, pero ¿y si vienen a por muchos? ¿y si vienen a por muchos que no somos nadie? ¿Quién retwitteará por mí o por ti?

martes, 28 de marzo de 2017

NO SOY UNA DE ELLAS

Las redes sociales destapan mucho de nosotros. Me asombra ver como gente a la que considero extrovertida cuelga cosas que demuestran que su imagen de sí misma es que es tímida. Así como la gente mansa y tranquila que cuelga continuamente cosas provocadoras. Es muy interesante y desde luego me ayuda a ver una faceta de la gente que no suelo ver, y es "con qué se identifica". Me he dado cuenta que algunas personas desde que son madres solo cuelgan cosas referentes a esto en las redes sociales. Artículos sobre la maternidad, qué dijo tan pediatra, que opina tal psicólogo. Otras, incluso han abierto un blog sobre ello. Y hablan largo y tendido de sus experiencias. Y me dan ganas de decirlas, pero no, mujer no, ser madre no te ha convertido solo en eso, una madre, sigues siendo una amiga, una persona que opina de política, una trabajadora, una hija, una pareja. Aquí me atasqué cuando lo pensé. Me di cuenta que hay mujeres que cuando fueron niñas fueron solo eso, niñas. En cuanto se echaron novio pasaron a ser solo eso la novia de alguien. Ahora les toca ser la madre de alguien. No sé cual será el siguiente paso.

miércoles, 11 de enero de 2017

NUESTRAS VIDAS EN DOCUMENTOS

He estado pensando que podría ser, podría suceder, se podría escribir mi vida usando solo documentos oficiales. Casi no haría falta hablar con mi familia, ni con mis amigas, sale todo rodado. El día que nací provocó una partida de nacimiento. El indudable primer dato de toda biografía. El colegio al que fuimos un libro de escolaridad, el instituto un documento para entrar en la universidad. Allí, mis estudios generaron mis títulos universitarios. Luego, el contrato de la primera empresa, el contrato de la segunda, el contrato de la... ¿décima? (no me atrevo ni a contarlos) Donde viví sería un dato que también querría el biógrafo de cualquiera, y eso lo sacaría del padrón. Los libros que leí seguro que generaron un registro en la biblioteca, y los que además compré dejaron rastro en su mayoría en la tarjeta de crédito. Además muchos de nosotros (yo no) hemos pedido visados, hemos registrado con sellos nuestras visitas al extranjero. Incluso algo tan bonito como tener hijos genera un libro de familia, otro largo listado de documentos, y uno más para nuestro biógrafo. Luego vienen las cosas bonitas, las que hacemos por ocio. Ser espeleólogo da a la administración otro trámite más, la licencia, los permisos, ser buceador, haces los cursos... queda muy poco ocio que no genere documentos. Quizá pasear por un parque, ver la televisión, o leer libros prestados. Y finalmente un dato que no está mal, los que se jubilen, su jubilación, y luego el último dato que querrá nuestro biógrafo. La partida de defunción.